Pastor's Corner
11 de Mayo de 2025

En este cuarto domingo aparecen en la primera lectura las figuras de san Pablo y Bernabé, ambos predicando en Antioquía y causando resistencia entre los judíos que no aceptan su mensaje. De hecho, las dos primeras lecturas de esta liturgia anuncian la universalidad de la Buena Nueva y la proclamación del mensaje de Jesucristo a todas las naciones. Esta apertura a los demás forma parte del texto del libro del Apocalipsis que coloca a los miembros de la Iglesia vestidos de blanco frente al Cordero, quien, como buen pastor, los conducirá a las fuentes de agua viva. La figura del Buen Pastor surge de nuevo en el Evangelio que, aunque breve, destaca su misión con pocas palabras: dar la vida por sus ovejas para que ninguna sea arrebatada.
¿Quién es el Buen Pastor de nuestras vidas? Evidentemente, en nuestra vida de oración, Cristo es el Buen Pastor que nos acoge y nos conduce hacia la vida eterna. Aun así, cada uno de nosotros ha de asumir este rol en la vida de los demás, si queremos que Cristo viva en el mundo a través de nuestra vocación y servicio. La gran pregunta permanece: ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificarnos por los demás en el ministerio o a gastar nuestras energías para que otros vivan en paz y en unidad? ¿Acaso, estamos cansados y desaminados de servir en el nombre del Señor? Estas preguntas han de servir de reflexión para nuestros pastores, ordenados o laicos, en su oración personal y comunitaria.
Juan J. Sosa