Columna do Pastor

16 de Marzo de 2025

Dios escoge a Abram y establece con él y sus descendientes una alianza que el patriarca sella con el sacrificio de un animal (primera lectura). En dicho sacrificio, la sangre del animal se convierte en el signo de lo creado que se ofrece en acción de gracias al Creador. En la nueva alianza, Jesús va a ser el Cordero inmaculado, cuya sangre derramada con agua desde la cruz, ha de sellar el sacrificio ofrecido al Padre, para rescatar a toda la humanidad del pecado y del mal. Hoy vemos un paralelo entre Abram, que vislumbra en las estrellas al pueblo escogido por Dios, y Jesús, quien acompañado por Santiago, Pedro y Juan, revela en el monte la gloria anticipada de su resurrección, prometida para todos los que estén dispuestos a cargar su cruz y a caminar con El hasta el Calvario.

Es la petición que san Pablo hace a los filipenses y nos hace a nosotros: que seamos fieles a la Cruz y que no nos desviemos del camino del Señor que ya han hecho sus enemigos. Haciendo eco a la respuesta al Salmo de hoy, conviene que los elementos de la celebración litúrgica enfaticen de qué manera el Señor es nuestra luz y salvación y que, durante la semana se haga una reflexión, sobre todo, del Salmo en relación al Evangelio del domingo y a las sombras que acontecen en nuestra vida diaria.

Juan J. Sosa