Coluna do Pastor
27 de Abril de 2025

Conocido como Domingo de la Divina Misericordia, las lecturas de hoy proclaman el gran amor de Dios por toda la humanidad en su Único Hijo Jesucristo, el Señor. El Evangelio relata cómo Jesús se presenta en medio de sus discípulos para ofrecerles el don de la paz. La ausencia de Tomás, el Gemelo, nos invita a evaluar nuestra fe en el Señor Resucitado. ¿Necesitamos signos para creer, a pesar de que Dios nos ofrece esos signos diariamente y en circunstancias especiales que con frecuencia ignoramos? Jesús no rechaza a Tomás; en su infinita misericordia lo invita a que toque sus llagas y palpe su presencia.
En este domingo de la Misericordia Divina, también nosotros estamos llamados a afirmar nuestra fe en Cristo Jesús para aprender a tocar las llagas de todos los que sufren a nuestro alrededor: los pobres abandonados, las familias divididas, los indocumentados, los desempleados, los enfermos y los presos. Al tocar esas llagas, también tocamos las del mismo Jesús, quien nos acoge en su corazón para transformamos con su amor. Se recomienda que los grupos de la parroquia relacionen el Evangelio de hoy con el testimonio de vida que hacen en la comunidad y en la sociedad, para que sientan el llamado que Jesús hiciera a sus discípulos de ser misioneros en el mundo.
Juan J. Sosa